El presidente Lula Da Silva utiliza un lenguaje no verbal muy particular, ya que sin dejar de ser un sobrio representante oficial de su pueblo es una persona muy jovial, amable, carismática que puede expresar confiabilidad y seguridad al hacer uso de gesticulación del rostro y el uso de movimientos de las manos lo que deja ver su solvencia en el arte de la oratoria.
Su imagen formal tiene distinción y clase por el tipo de vestimenta que usa.
Durante sus discursos denota madurez con un excelente vocabulario, cultura, interés en problemas a nivel mundial y además es conciliador.
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